Días nublados
El viernes amaneció nublado y mi humor parecía no estar mejor que eso... los días se me pasaron tan rapido que no noté cuanto me creció el cabello en una semana, pero fueron tan lentos que pude notar que tenía tiempo de más y eso no es tan frecuente. De cualquier modo, me ha dado por caminar de nuevo sola por la calle, y notar lo rápido o lento del movimiento de la gente, contar el tiempo que tarda alguien en dar un paso o tan solo darme tiempo para sonreir e indagar en una mirada. Invertir tiempo en eso puede ser muy productivo, y si no es productivo, me es satisfactorio. A pesar de mis pocos ánimos por hablar, todavía podía sonreir. Creo que tenía esa especie de concentración en mi desconcentrancia (¿se entiende no?) Me senté en un puesto garnachero de una familia muy amable, una de queso, una de flor y un agua de jamaica. En eso, dentro de mi concentración quesadillera alcancé a escuchar un pandero aún sin voz, y de pronto, una voz masculina comenzó a cantar una rola rockanrrolera. La he escuchado miles de veces pero no tanta enjundia. Termina, siguiente canción... y va con dedicatoria, el hombre empieza su discurso: buenas tardes, esperamos que se la sigan pasando bonito, esta canción va dedicada a... (lo piensa) todos ustedes! (de veras lo dijo con enjundia) para que sigan teniendo un bonito dia, esperemos que les guste este ROLONONÓN (acentuando). Y empieza con enjundia: "Si estás en la carretera y oyes un bip bip ten la seguridad que se trata de mi..." What? Eso, un rolononón. En ese momento ya, me habia hecho el día, sentí como si hubiera más solecito y no pude contener una risa, todos los que estábamos sentados nos veíamos queriendo compartir nuestra sopresa y reírnos juntos aunque fueramos una bola de extraños. El hombre la cantó completita. Qué buena chispa, con todo y pandero. Obviamente sacó muchas monedas, y sobre todo, muchas sonrisas de la gente. Esas son las cosas que se agradecen. Creo que de ambos lados. Es tan fácil sonreir y que cosas tan simples pueden lograrlo.