jueves, agosto 03, 2006

Un barco y un pirata

Ayer me desperté con una sacudida bastante extraña y con la imagen de mis sueños aún presente en el ambiente de mi cuarto madrugador. Me dolían las manos. La imagen tenía movimiento y aún tenía la sensación de estar sentada en un extraño auditorio, pequeño y clásico, donde se presentaba una obra de teatro. En el escenario había un barco de madera, mujeres de vestidos siglodiesiochoeros, hombres con pelucas, y un pirata que volaba sujetado de una liana, por encima de las cabezas de los espectadores hasta llegar al barco. Cuando al fin llegaba al barco, gritaba algo en nombre de la libertad, se abría la camisa y asaltaba el barco. Entonces, empezaron a llover disparos por todos lados. Era una especie de teatro sensorial, entonces los disparos eran simulados por pequeños alfileres que se clavaban en el público. Yo alcancé a cubrirme la cara con las palmas de las manos hacia el escenario. Terminó la lluvia de alfileres y pude ver en mis palmas todos los alfileres incrustados y tuve que retirar uno a uno. Fue doloroso. Desperté justo cuando estaba viendo mis manos aún marcadas con pequeños círculos. Muchas veces he despertado con la sensación de estar en otro lado, de querer seguir soñando, de no querer dormir más, o de querer concentrarme para evocar alguna imagen o rostro, pero nunca he sabido de donde saco tantos lugares extraños en mi cabeza o si pueden tener algún significado en especial. Algún día voy a buscar las interpretaciones.

1 Comments:

At 11:41 p.m., Blogger Hectorin said...

Sólo dire que no pienso esperar otro mes para el siguiente post. No es justo, lo checo diario con esperanza...

 

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